Serendipias

Paz Martínez

Antología de artículos

18 €  (envío gratuito a España)

“Escribo para conocerme y para reencontrarme”,

confesaba Paz Martínez en una de sus columnas. Y eso es precisamente lo que hace en Serendipias: recorrer con lucidez, ternura y firmeza los caminos que llevan de lo íntimo a lo colectivo, del recuerdo personal a la reflexión política y social, del mundo rural a las preguntas universales.

Este libro póstumo reúne los artículos publicados en Astorga Redacción (entre enero de 2021 y octubre de 2024), textos breves y poderosos donde la autora traza una cartografía emocional de su tierra maragata, sus raíces humildes, su experiencia como mujer y su mirada crítica frente a las desigualdades. A medio camino entre la memoria, la denuncia y la celebración, cada serendipia —cada hallazgo inesperado— nos invita a detenernos y mirar con atención lo cotidiano, lo invisible, lo esencial.

Una voz sincera, combativa y entrañablemente humana que sigue hablando desde estas páginas con la misma fuerza con la que vivió: con palabra, compromiso y dignidad.

Foto Eloy Rubio Carro

Paz Martínez (Andiñuela de Somoza, 1976 – León, 2025) fue poeta, narradora y dinamizadora cultural. Enraizada en la comarca leonesa de la Maragatería, desarrolló una intensa labor literaria y comunitaria en defensa de la vida rural, la palabra y la memoria. Es autora de los poemarios De musgo y piedra (2016), En los márgenes del tiempo (2018) y del LibroDisco En son de Paz (2021) junto al cantautor Moncho Otero, publicados todos en Marciano Sonoro. Dirigió también para esta editorial la antología de mujeres poetas 17 Diversas (2022). Cofundadora del certamen Sembrando Palabras y activa colaboradora de proyectos como INSITU Santa Colomba o el Centro Cultural “El Casino”, llevó su voz a recitales, filandones y encuentros poéticos por toda España. En 2024 creo para el Ayuntamiento de Astorga el certamen de poesía Ars Magna. Serendipias, su último libro póstumo, reúne los artículos publicados en el diario digital Astorga Redacción entre 2021 y 2024, donde plasmó con lucidez y belleza su mirada sobre el mundo, el territorio y la condición de ser mujer.

Es éste uno de los libros que más me ha costado leer, no tanto por su contenido, sino por quién fue, para mí, su autora. Conocí a Paz no hace muchos años, pero pronto pasó a ser una de las amigas más queridas que he tenido. He tenido el honor y el placer de querer a Paz, y esto es algo que siempre llevaré conmigo. Así pues, cuando se publicó este libro y asistí a su primera presentación en público, cuando hubiera sido el cumpleaños de la autora, y en su pueblo, Santa Colomba de Somoza, lo guardé en mi estantería de TBR (to be read) esperando la fuerza emocional para poder enfrentarme con su lectura. Y esa fuerza no es que haya llegado. Simplemente, me ha llegado la necesidad de leerlo. Que no la fuerza, insisto. Me ha costado leerlo mucho, emocionalmente. He tenido que parar varias veces en la lectura para asomarme a un balcón, a una ventana o para salir un momento a la calle y respirar. Respirar hondo. Porque la emoción estaba a punto de desbordarme.

Este es un libro que recoge los artículos que Paz Martínez publicó a modo de columna de opinión en Astorga Redacción, entre 2021 y, casi, hasta que la perdimos. He podido leer entre líneas a veces, y de manera directa otras veces, su sufrimiento, su dolor, sus miedos. Pero también he sido partícipe de sus lecturas, tan bien elegidas a la hora de reseñarlas. De sus reflexiones tan agudas y tan concretas. De sus opiniones siempre certeras, agudas. De sus exigencias para pedir más dinero en investigación médica, no sólo para el cáncer, sino para todas las enfermedades que se pueden considerar raras o incurables y que, a saber, si con una buena dosis de investigación igual cambia esa consideración.

He podido escuchar su voz en mi cabeza, sí, su voz, de nuevo. Cuando leía algunos de sus artículos he podido leerlos con su voz dentro de mí. Y eso ha sido tan emotivo y mágico que me ha provocado demasiadas emociones encontradas, buenas y dolorosas.

Tenemos aquí a Paz. Un reflejo de quién fue, de qué vivió, y de a quién amó: su familia, sus sobrinos, su hermana, sus amigos más íntimos.

He sentido demasiado con este libro. Os recomiendo, si me permitís un consejo que nadie me ha pedido, tenerlo como libro de fondo. Ir leyendo, de a poco, como saboreando, un artículo hoy, otro artículo otro día. Degustando con placer sus palabras, su prosa exquisita, su experiencia vivencial tan vitalista y tan sincera.

Por lo que he podido escuchar a través del propio editor, Paz dejó este libro prácticamente listo para imprenta antes de marcharse. Había elegido los temas en los que agrupar los artículos, seleccionando cada uno para que fuera allá donde más encajaba. La organización de los artículos es magistral. Gracias por este trabajo a Paz y a los editores.

Quiero también dar las gracias a Marciano Sonoro por ponerme este libro en mis manos. Por haber peleado por esta autora desde el principio. Y por su labor editorial que tantos placeres me está dando los últimos tiempos. Os sigo la pista.

Y a Paz, a quien quiero con toda mi alma, la guardo con mis vidas cercanas queridas elegidas y para siempre en mí, conmigo.

Me quedo con las palabras últimas del libro, que Paz dedicó a Eloy Rubio, y que yo, hoy, me quedo para mí, para dedicárselas a Paz:

"Si es posible, no te vayas nunca del todo y rózanos de vez en cuando con tu sabiduría. Déjanos sentir que una parte de ti se quedó para que no se nos pasen por alto las cosas importantes. Que perviva en nosotros la belleza y la profundidad que tú siempre supiste encontrar en el mundo.

Con eterna gratitud, tu amiga"

Pilar Escamilla Fresco

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